Las lagrimas caninas, al igual que la saliva canina, contienen enzimas, entre ellas la Porfirina, que producen un cambio de color en pelos claros, especialmente el color blanco, que pasa a marrón rojizo.

Las zonas mas sensibles a ser afectadas, por cercanía, es alrededor de los ojos especialmente debajo del lagrimal, los laterales de la boca y barba, y luego, en todo lugar donde el perro se lame.

El exceso de lágrimas, al mezclarse con el pelo, y depositarse tierra forman una superficie pastosa, que constituye un caldo de cultivo, donde podrán desarrollarse levaduras y hongos.

Generando al cabo de pocas horas, en toda la superficie que se ha formado esta superficie pastosa, comienza a tomar mal olor y rápidamente tiñe el pelo con el que entro en contacto, del color característico marrón rojizo, luego,  si no es higienizado, tomara un tinte bastante oscuro.

Para mantener blanca el área del lagrimal y los bigotes de los perros de color blanco, por ejemplo los malteses, existen diferentes productos que suelen contener ácido bórico y resultan efectivos si se utilizan regularmente.