La separación del cachorro y su madre, su camada, y su primer entorno familiar, es algo por lo que todo perro debe pasar cuando es adoptado.... Esta en nuestras manos minimizar los efectos... Y estar seguros, que en todos los casos, es el comienzo de una gran amistad, llena de devoción hacia su dueño que perdurará para toda la vida.

Para Minimizar los efectos de esta inevitable separación, primero hay que comprender algunas cosas de nuestro amigo.

El perro es un animal eminentemente social y desde cachorro tiene necesidad de contacto con otros individuos como son el resto de la camada y especialmente la madre. Durante las primeras semanas, el pequeño aprende y pasa por muchas etapas, una muy importante es el destete, que naturalmente es gradual, y tiene lugar en un período no menor a 30 días. Comienza tímidamente aproximadamente el día 20 y termina alrededor del 50, días contados a partir del nacimiento.

Desde el destete y hasta su partida, el pequeño debe aprender a “ser independiente” de su madre, quien ya lo rechaza en muchos aspectos, y el cachorro lo asume naturalmente, sin estrés y sin disminuir la seguridad que siente, ya que esta en su hogar, con todo lo que conoce desde que nació.

Para este pequeño periodo, es que recomiendo esperar 10 días más (míinimo), antes de la separacion definitiva del cahorro y su madre. (dia 60 desde el nacimiento).

Si la adopción del cachorro, no permite lograr “su independencia” y lo que es peor, no tener un destete gradual, normalmente, esta separación, ocasiona problemas de inseguridad en el cachorro, y que, de adulto propiciará la tendencia a desarrollar el síndrome de ansiedad por separación y una gran lista de trastornos de conducta y de socialización con sus pares. Según mi experiencia, la edad ideal para que el cachorro sea separado de su madre, oscila entre sus primeros 60 y 70 días de vida. Encontrando que:

El destete ya termino, y el cachorro lo asumió naturalmente Adquirió seguridad e independencia, lo que disminuye el estrés de los primeros días, evitando la caída de sus defensas, por ende, una mejor salud. Es el momento en el cual su capacidad de aprender es óptima. Sus lazos de unión se empiezan a forjar y son para toda la vida. Perder este momento es perder gran parte de puntos para la realización de un buen trabajo educativo en el futuro. Quiero que se entienda bien.. un perro puede ser adoptado y compartir nuestro hogar a cualquier edad, y siempre se adaptará bien.. y tendremos el mas leal de los amigos y hasta podrá entrenarlo con técnicas apropiadas, pero, NO es el tema de este Artículo.. acá tratamos el momento oportuno para la separación del cachorro de su entorno natal.

Los cachorros parten a sus Nuevos Hogares.

Para este acontecimiento, hay otros aspectos a considerar, que nada tienen que ver con la separación, pero si toman mucha importancia al momento de llevar el cachorro su nueva casa:

Los Mejores Cachorros

Tener el plan inicial de desparasitación completo, que además de eliminar los parásitos, ayuda a levantar las defensas del animal. Tener el plan de vacunación básico completo, que le proporciona la inmunidad mínima y necesaria para sus primeros días lejos de mamá. Si existieran, ya se pueden comenzar a visualizar problemas en el desarrollo, por ejemplo en la dentadura, pero este y otros puntos serán tratados por separado. Etc.

Entonces, respetando esta edad mínima de 60 días, para la separación de su entorno familiar (hermanos, madre, y todo lo que este pequeño conoce), nos asegura que gane independecia y seguridad. En resumen, no pierda una etapa importantísima en su vida llamada “impronta”.

Y que es la Impronta? Sin mucho detalle podemos decir que es un periodo breve, recibe tambien el nombre de Imprinting y abarca desde el nacimiento hasta la novena semana de vida aproximadamente. La Impronta puede ser definida como un proceso biológico de aprendizaje. Aprendizaje recibido de la madre, durante las primeras semanas de vida. Ver Atículo completo: La Impronta Canina.

Nota de Interés General: Nuestros Perros, al igual que los humanos Sueñan.! Cuando gime, o le tiemblan las patas o los labios significa que se está produciendo una actividad cerebral. Este periodo suele durar de 10 a 15 minutos y se repite unas tres a cinco veces por la noche, dependiendo de las horas que esté durmiendo.